martes, 25 de enero de 2011

Los Aristogatos

Duquesa era una gata preciosa de sedoso pelo y modales elegantes que tenia tres gatitos a los que educaba muy bien así
Berlios tocaba el piano, Touluse aprendía a pintar y Marie recibía lecciones de canto.
En la casa vivía también el ratoncito Roquefort y en el establo estaba Fru-Frú, la yegua, que tiraba del coche cuando los gatitos y su dueña salían a pasear .

Duquesa y sus gatitos pertenecían a Madame Bonfamille que les adoraba y los cuidaba con esmero . En cambio el mayordomo Edgar encargado de servirles la leche, les odiaba . Un buen día Madame decidió hacer testamento. Y llamó a un abogado
amigo suyo .
-¿Que desea de mi querida amiga - preguntó el abogado .
Amigo mio - le dijo-, quiero dejar toda mi fortuna a mis gatos. Ellos son mi única familia.
¿Toda su fortuna, querida amiga?- pregunto el abogado.
En efecto- respondió Madame-. Edgar cuidará de ellos, y solo cuando mueran los gatos, heredará el.
Edgar, que estaba escuchando la conversación, recibió con desagrado la noticia y decidió deshacerse de los gatos. Mezclo pastillas para dormir con la leche y se la sirvió a Duquesa y los gatitos.
- ¡Gracias , Edgar!- dijeron ellos haciendo gala de buenos modales.

Los gatos bebieron la leche y pronto se quedaron dormidos . Entonces Edgar los metió en un cesto y se llevo lejos en su
moto para dejarlos abandonados . Ya en las afueras de la
ciudad el ruido de la moto excitó a dos perros callejeros que
atacaron a Edgar este perdido el control de la moto y se desvío del camino perdiendo el cesto con los gatos .
- Eb cualquier caso- pensó Edgar-, ya me he librado
de los gatos y yo heredaré a Madame Bonfamille.

Cuando Duquesa y sus gatitos despertaron debajo de un puente no sabia donde se encontraban y sintieron miedo para colmo, empezó a llover. Se refugiaron en el cesto, pensando en la manera de regresar a casa.
Acertó a pasar por allí un gato callejero, que les saludó:
-¡Hola! Soy O'Malley.
Señor O'Malley- le preguntó Duquesa-, ¿por donde se va a la ciudad? Quisiéramos volver a nuestra casa.
O'Malley se ofreció a llevarles.

Esperó junto a la carretera y usando en truco muy mañoso, hizo detenerse a una camioneta que transportaba leche. Los gatos subieron detrás y viajaron cómodamente hasta que el conductor les descubrió por el espejo retrovisor y le echo de su camioneta.
El resto del camino lo hicieron a pie, pasando varias aventuras.
Era muy de noche cuando llegaron a la ciudad.
Pasaremos la noche con mis amigos- dijo O'Malley.

Y les introdujo en una casa por una claraboya de un tejado.
En aquella casa había una gran animación. Scat Cat y su grupo musical celebraban una fiesta muy divertida.
-¡Mirad!- grito Scat Cat- ¡Ha vuelto O'Malley!
Y reanudaron su alegre música, a cuyo ritmo bailaban todos. Los gatitos acabaron durmiéndose rendidos de cansancio, pero la Duquesa y O'Malley bailaron casi toda la noche.
Fue una fiesta maravillosa.

A la mañana siguiente, O'Malley acompañó a Duquesa y los gatitos hasta la calle donde vivían, en uno de los barrios mas elegantes de París.
Has sido muy bueno con nosotros – le dijo Duquesa-. Te echaremos de menos.
Yo quiero quedarme con O'Malley- decía Belioz.
Y yo también- añadía Touluse.
Pero Duquesa hizo entrar en casa cpon Madame, donde Edgar les recibió muy contrariado.

Esta vez, Edgar no anduvo con contemplaciones. Los metió a todos en un saco que ató cuidadosamente. Luego puso el saco en un baúl y pego sobre él una etiqueta para enviarlo a un lugar de África. Después llamó a unos transportistas para que se llevaran el baúl.
Pero, afortunadamente, el ratoncito Roquefort lo vio todo y corrió a buscar a O'Malley para que ayudara a Duquesa y los gatitos.
¡Corre!- le dijo- ¡Duquesa está en peligro!
- ¡Pronto! – dijo O'Malley a Roquefort -. Ve a avista a Scat Cat y su conjunto. Yo voy ahora mismo a detener a Edgar.
O'Malley entro en la cuarta donde Edgar hacia los últimos preparativos y se lanzo sobre el. Poco después llegaron Scat Cat y sus amigos y, entre todos lograron sacar a Duquesa y su gatitos del baúl.
Ahora había que ocuparse de Edgar y darle un escarmiento.

El escandalo en la cuadra fue formidable Fru -Frú colaboro pegando una tremenda coz la mayordomo, que lo lanzo por los aires, cayendo en el baúl. Scat Cat y O'Malley cerraron la tapa y cuando llegaron los transportistas se llevaron el baúl para África.
¡Buen viaje, Edgar- dijeron todos-. Escribe cuanto llegues ¡ja! ¡ja! ¡ja!
Entre todos los compañeros habían logrado librarse del malvado Edgar.

Terminados los problemas, Duquesa presentó a O'Malley y todas sus compañeros a Madame Bonfamille, que decidió cambiar su testamento y fundó el hogar de los gatos callejeros de París.
¡Estoy tan contenta de teneros de nuevo conmigo!- dijo Madame emocionada.
Todos se pusieron muy contentos y O'Malley, Duquesa y los tres gatitos posaron para una foto que les recordase siempre aquel feliz día.
El compañerismo había triunfado sobre la maldad.

Los Aristógatos y el compañerismo

En las clases del colegio o la guardería. Los niños conviven con sus compañeros, hacen las tareas juntos y juegan en el equipo. Entonces, surge el compañerismo: esa relación de amistad que se tiene entre compañeros y que nos hace ayudarnos los unos a los otros.
¿Qué hubiera sido de los Aristógatos si no hubieran contado con el compañerismo de Roquefort, O'Malley y los demás?
Leed este cuento y sabréis lo que es compañerismo.

martes, 16 de noviembre de 2010

la aventura de blog

¡Hola! soy Florin.  Este  año vamos a hacer  dos  blogs  en las  actividades  formativas complementariase.
Uno de ellos será para uso individual y el segundo será para el trabajo en grupo. Iremos añadiendo cuentos, juegos, actividades...
Un saludo a todo el que pase por aquí.