Duquesa era una gata preciosa de sedoso pelo y modales elegantes que tenia tres gatitos a los que educaba muy bien así
Berlios tocaba el piano, Touluse aprendía a pintar y Marie recibía lecciones de canto.
En la casa vivía también el ratoncito Roquefort y en el establo estaba Fru-Frú, la yegua, que tiraba del coche cuando los gatitos y su dueña salían a pasear .
Duquesa y sus gatitos pertenecían a Madame Bonfamille que les adoraba y los cuidaba con esmero . En cambio el mayordomo Edgar encargado de servirles la leche, les odiaba . Un buen día Madame decidió hacer testamento. Y llamó a un abogado
amigo suyo .
-¿Que desea de mi querida amiga - preguntó el abogado .
Amigo mio - le dijo-, quiero dejar toda mi fortuna a mis gatos. Ellos son mi única familia.
¿Toda su fortuna, querida amiga?- pregunto el abogado.
En efecto- respondió Madame-. Edgar cuidará de ellos, y solo cuando mueran los gatos, heredará el.
Edgar, que estaba escuchando la conversación, recibió con desagrado la noticia y decidió deshacerse de los gatos. Mezclo pastillas para dormir con la leche y se la sirvió a Duquesa y los gatitos.
- ¡Gracias , Edgar!- dijeron ellos haciendo gala de buenos modales.
Los gatos bebieron la leche y pronto se quedaron dormidos . Entonces Edgar los metió en un cesto y se llevo lejos en su
moto para dejarlos abandonados . Ya en las afueras de la
ciudad el ruido de la moto excitó a dos perros callejeros que
atacaron a Edgar este perdido el control de la moto y se desvío del camino perdiendo el cesto con los gatos .
- Eb cualquier caso- pensó Edgar-, ya me he librado
de los gatos y yo heredaré a Madame Bonfamille.
Cuando Duquesa y sus gatitos despertaron debajo de un puente no sabia donde se encontraban y sintieron miedo para colmo, empezó a llover. Se refugiaron en el cesto, pensando en la manera de regresar a casa.
Acertó a pasar por allí un gato callejero, que les saludó:
-¡Hola! Soy O'Malley.
Señor O'Malley- le preguntó Duquesa-, ¿por donde se va a la ciudad? Quisiéramos volver a nuestra casa.
O'Malley se ofreció a llevarles.
Esperó junto a la carretera y usando en truco muy mañoso, hizo detenerse a una camioneta que transportaba leche. Los gatos subieron detrás y viajaron cómodamente hasta que el conductor les descubrió por el espejo retrovisor y le echo de su camioneta.
El resto del camino lo hicieron a pie, pasando varias aventuras.
Era muy de noche cuando llegaron a la ciudad.
Pasaremos la noche con mis amigos- dijo O'Malley.
Y les introdujo en una casa por una claraboya de un tejado.
En aquella casa había una gran animación. Scat Cat y su grupo musical celebraban una fiesta muy divertida.
-¡Mirad!- grito Scat Cat- ¡Ha vuelto O'Malley!
Y reanudaron su alegre música, a cuyo ritmo bailaban todos. Los gatitos acabaron durmiéndose rendidos de cansancio, pero la Duquesa y O'Malley bailaron casi toda la noche.
Fue una fiesta maravillosa.
A la mañana siguiente, O'Malley acompañó a Duquesa y los gatitos hasta la calle donde vivían, en uno de los barrios mas elegantes de París.
Has sido muy bueno con nosotros – le dijo Duquesa-. Te echaremos de menos.
Yo quiero quedarme con O'Malley- decía Belioz.
Y yo también- añadía Touluse.
Pero Duquesa hizo entrar en casa cpon Madame, donde Edgar les recibió muy contrariado.
Esta vez, Edgar no anduvo con contemplaciones. Los metió a todos en un saco que ató cuidadosamente. Luego puso el saco en un baúl y pego sobre él una etiqueta para enviarlo a un lugar de África. Después llamó a unos transportistas para que se llevaran el baúl.
Pero, afortunadamente, el ratoncito Roquefort lo vio todo y corrió a buscar a O'Malley para que ayudara a Duquesa y los gatitos.
¡Corre!- le dijo- ¡Duquesa está en peligro!
- ¡Pronto! – dijo O'Malley a Roquefort -. Ve a avista a Scat Cat y su conjunto. Yo voy ahora mismo a detener a Edgar.
O'Malley entro en la cuarta donde Edgar hacia los últimos preparativos y se lanzo sobre el. Poco después llegaron Scat Cat y sus amigos y, entre todos lograron sacar a Duquesa y su gatitos del baúl.
Ahora había que ocuparse de Edgar y darle un escarmiento.
El escandalo en la cuadra fue formidable Fru -Frú colaboro pegando una tremenda coz la mayordomo, que lo lanzo por los aires, cayendo en el baúl. Scat Cat y O'Malley cerraron la tapa y cuando llegaron los transportistas se llevaron el baúl para África.
¡Buen viaje, Edgar- dijeron todos-. Escribe cuanto llegues ¡ja! ¡ja! ¡ja!
Entre todos los compañeros habían logrado librarse del malvado Edgar.
Terminados los problemas, Duquesa presentó a O'Malley y todas sus compañeros a Madame Bonfamille, que decidió cambiar su testamento y fundó el hogar de los gatos callejeros de París.
¡Estoy tan contenta de teneros de nuevo conmigo!- dijo Madame emocionada.
Todos se pusieron muy contentos y O'Malley, Duquesa y los tres gatitos posaron para una foto que les recordase siempre aquel feliz día.
El compañerismo había triunfado sobre la maldad.
Animales Salvajes
martes, 25 de enero de 2011
Los Aristógatos y el compañerismo
En las clases del colegio o la guardería. Los niños conviven con sus compañeros, hacen las tareas juntos y juegan en el equipo. Entonces, surge el compañerismo: esa relación de amistad que se tiene entre compañeros y que nos hace ayudarnos los unos a los otros.
¿Qué hubiera sido de los Aristógatos si no hubieran contado con el compañerismo de Roquefort, O'Malley y los demás?
Leed este cuento y sabréis lo que es compañerismo.
¿Qué hubiera sido de los Aristógatos si no hubieran contado con el compañerismo de Roquefort, O'Malley y los demás?
Leed este cuento y sabréis lo que es compañerismo.
martes, 16 de noviembre de 2010
la aventura de blog
¡Hola! soy Florin. Este año vamos a hacer dos blogs en las actividades formativas complementariase.
Uno de ellos será para uso individual y el segundo será para el trabajo en grupo. Iremos añadiendo cuentos, juegos, actividades...
Un saludo a todo el que pase por aquí.
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